me quiero salvar haciendo revolución desde tu cuerpo por variar
de cierta forma silvio me canta al oído y es lo primero hermoso que sucede, lo siguiente es que dejo de prestar atención a la canción porque algo de todo lo que decía me condujo inmediatamente a algo que tu me dijiste alguna vez, o de algo que ni siquiera me dijiste pero que yo pensé estando contigo, o pensé pensando en ti, o tú pensaste conmigo. Da igual. La canción me condujo a tí y frente a eso yo no pude hacer nada, no es que lo haya intentado, pero sé que sería en vano. De un tiempo a esta parte una de tus malas costumbres es estarte metiendo todo el día en mi cabeza, en mis pensamientos, en mis ideas, en mi cotidiano más simple. Y me ayudas a conservar mi mala costumbre de andar sonriéndo...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario