la cosa es más o menos así
tengo bien claro el objetivo... no hay duda en eso
pero entre el objetivo y yo, entre el objetivo y todos nosotros existe una gran muralla
una muralla infranqueable
pero creemos (tenemos que creer) que por algún lugar esa muralla se puede botar
creemos que tiene debilidades...
existen muchas ideas de cuál es la debilidad por donde puede caer la muralla
entonces cada uno de nosotros intentamos llegar al objetivo por ese lugar
por ese espacio, por esa debilidad de la muralla
y nos dejamos engañar
llegamos a creer que podemos lograr el objetivo, que podemos franquear la muralla...
entonces cuando estamos arriba a punto de saltarla, caemos donde mismo
volvemos a cero
o peor aún, quedamos donde mismo y todos machucados
a veces ni siquiera logramos acercarnos a la muralla...
y vamos por la vida probando distintos medios
educación popular, política (universitaria/sindical/comunal/indígena), medios de comunicación (radio/escrito/internet/TVcomunitaria), energías sustentables, política partidista (juventudes/militancia), arte y cultura, música, ecología, existen muchos caminos...
pero la muralla parece engrosarse con nuestros intentos, parece que se alimenta de nuestras derrotas....
y yo a ratos me canso de pegarme tanto contra ella
pero estoy segura
tengo la convicción intacta
que si un día de estos la atacamos juntos y por todas sus debilidades
la derribaremos
por eso jamás dejaré de golpearla
sólo me cuestiono dónde resulta más útil concentrar las fuerzas
dónde es que dejan de ser ideas para materializarse
dónde es que no nos dedicamos más que a rodear y rodear la muralla para concluir que ésta existe y que es necesario hacer algo
no es simple
no es para nada simple...
me ayudas?
¿Optimismo? ¿Pesimismo? Uno puede estar una hora contemplando el mar: y entonces salta un delfín. O caminar muchos días en soledad por el bosque, y de repente el cuervo blanco de Paracelso [2]. Ése es el instante de la verdad, pero supone al mismo tiempo la verificación de la espera previa. “Dejemos el pesimismo para tiempos mejores”, reza la pintada en la pared que evoca Eduardo Galeano.
ResponderBorrarVaya consuelo…Sólo podemos confiar en el fallo del sistema. Pero esa esperanza es sólida como una roca: porque el sistema fallará.
J. Riechmann