domingo, mayo 30, 2010

La noche en vela

No duermo cuando me enfermo de esto
no duermo y sólo deseo que tú también te enfermes de esto.
La noche en vela me hace mascullar planes fantásticos

soy héroe

salvo a un niño a punto de ser devorado
por un tigre en
el Zoológico
de Londres. No doy entrevistas. Soy humilde.

lo importante
-diré días después a una
periodista rubia del New York Times -
es haber amado, no habrá que arrepentirse
jamás de ese amor, nunca.
Tal vez, si te podrás avergonzar de haberlo dado a
una persona errada
¿pero de haber amado?
¡NO!

miro la hora
las tres veinte

la noche la enfermedad del
siglo.

Pienso que tú también podrías enfermare

e informar

melo.

miro la hora
tres veintiuno

la enfermedad,la enfermedad,la enfermedad,la enfermedad,
a enfermedad,la enf
ermedad,la enfermedad

imagino que converso con Julio y Roque
en el más allá.

Roque me dice . . . acá la vida es carísima
Julio me dice . . . a este acá lo van a fusilar de nuevo

les digo . . . tengo insomnio

me responden riendo hasta las lágrimas

la noche en vela
la noche en vela

léeselo dice Julio

miro la hora

tres treintaiocho

me imagino que te leo este poema

no te digo que es para ti
porque supongo que lo supones

y si supones que es para otra mujer
y esa otra mujer lo cree para ella
también estará bien supongo

estos posibles malentendidos
son como cinco tazas de café al hilo
y dos líneas de yapa

miro la hora
cinco cero tres.

[Mauricio Redolés]

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