jueves, diciembre 09, 2010

miércoles

ella, sus uñas rojas perfectamente pintadas
él, sus ojos profundos y el rostro duro

el resto
felicidad visceral
sonrisas espontáneas
tu mano apretando mi mano
mis labios recorriéndote por completo
por algunas horas
fuimos uno
fuimos eternos

-no se va a acabar el mundo-
no, no se acabará
pero este momento
esta fragilidad peligrosa de corromperse
(como redolés me sopla al oído)
se acaba en el instante preciso
en el que cruzo la puerta de tu departamento
y la ciudad es gris nuevamente
con la salvedad
de que ahora si estás en ella
alegría de mi alma


2 comentarios:

  1. mujer tantas gistorias tristes n9 te haven bien. Si no te entregan amor del bueno y te tratan con cariño que mereces, para qué mal gastas penurias en puertas que están y estarán cerradas.

    Con cariño,
    Magda

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