- tienes un pensamiento obsesivo.
Así me dijo la terapeuta y desató una ola de pensamientos en mi cabeza, todos obsesivos, en relación a tantas cosas, al trabajo, a la militancia, a los conflictos, al sindicato, pero sobre todo, pensamientos en relación a la gente que me rodea y a la que me ha dejado de rodear también.
Esto, la gente que me ha dejado de rodear, me quita el sueño a menudo, pienso que soy mala amiga, que debería hacerme el tiempo y el espacio para seguir estableciendo lazos, pero no lo hago, y en el fondo al no hacerlo estoy decidiendo que no quiero hacerlo, que no quiero, que me gusta ser así e ir despojándome de quienes ya no comparten mi día a día. No sé qué pensarán ellos de mi, no lo he preguntado ni me atrevo a hacerlo, quizás comprenden, de todas formas, para alejarse hacen falta dos personas... pero aún así siento culpa, una culpa tremenda que me pesa en la espalda como si detrás de la escápula izquierda me hubiesen implantado 10 kilos... pesa y duele y pesa, la culpa y la obsesión.
Quizás sea que tendré que aprender a decir que no, que tengo que dejar de hacer cosas, pero qué? y por qué?, por qué no puedo creer en Dios y que todo sea más simple? por qué no consigo que me importe una raja lo que pasa a mi alrededor?... quizás así tendría más tiempo y vería a tantos amigos que he dejado de ver... pero ¿sería feliz? no lo sé... no tengo como saberlo, pero quiero pensar que no, quiero pensar que soy feliz así, corriendo de aquí para allá y poniéndome en la espalda las mochilas pesadas que nadie quiere llevar. Porque no seré yo quien deje a las mochilas tiradas, oh no.... y así es que voy asumiendo responsabilidades que quién sabe si me corresponden o no, la cosa es asumirlas y que eso no resulte perjudicial para mi mente y mi alma. Y ahora lo está siendo para mi espalda... y según la terapeuta también para mi mente.
Tengo pensamientos obsesivos, siempre los he tenido, me gusta el orden obsesivo y me cuesta dormir si la casa está desordenada, o si hay mucha ropa sucia o si la loza está cochina, todas esas cosas me perturban profundamente y desde chica... mi mamá siempre cuenta que después de mi cumpleaños n°5 en la noche me puse a llorar y le dije que no podía dormir porque mi pieza estaba desordenada. Desde ese entonces hasta ahora sólo se han profundizado las obsesiones en cuanto al orden de todas y cada una de las cosas de mi vida.
No sé qué otro tipo de pensamientos obsesivos puedan haber, quizás esa tendencia a preguntármelo todo, a ponerme en todos los casos y nunca estar segura, es como caminar sobre el agua, es como andar a tientas, avanzo pero sin estar segura, y yo misma me inseguriso, y dudo de mis decisiones pero sin atreverme a arrepentirme de ellas, y voy construyendo un camino sin saber hacia donde va.
Quiero tener mi familia, y creo que la tengo, pero, siempre hay un pero. Me da miedo haber elegido apresurada o haberme embalado un rápido, me da miedo repetir los errores de mi mamá y obsesionarme con una familia perfecta y dejar que me pasen a llevar una y otra vez con tal de tener mi familia... Cuando pienso en todas estas cosas que ahora estoy pensando siempre concluyo que la separación de mis padres me hizo muy mal, no porque ellos se separaran, sino por haberme enterado de como eran las cosas en realidad, no puedo entender que mi papá mintiera tantos años, que ocultara una hija que es mi hermana que no conozco, no puedo entender que mi mamá fuera tan cobarde, que ni siquiera le contara a su mamá lo que estaba pasando y menos aún puedo entender que lo perdonara, quizás en verdad nunca lo perdonó y eso fue después comiéndole la alegría. No lo sé, lo que tengo claro es que fue difícil, tener que hacerme grande y responsable de la noche a la mañana, tener que ser fuerte cuando no lo era y hacer de tripas el corazón para salir del conflicto, de los gritos, de las amenazas, de los maltratos silenciosos y constantes. Pero la separación no acabó ahí, porque hoy tengo que mirarlos a los ojos y no los reconozco, son adultos, sí, lo son, son mis padres, sí, lo son, pero ya no son mi ejemplo a seguir ni son el estamento que estabiliza mi vida, son seres imperfectos, llenos de errores como todo el mundo. Quizás quiero gritarles, mandarlos a la mierda, decirles que se metan sus problemas por donde les quepan, que a mi ya me hartaron, pero no puedo, son mis padres y no logro superar el respeto que me imponen, o que me impongo hacia ellos, no lo sé. Por mientras, no quiero verlos y no los veo, para eso viven lejos y no se molestan en visitarme, creo que eso también me molesta profundamente.
Tantas cosas por hacer y una escribiendo... tratando de encontrar esa obsesión que está un poco en todas partes, igual que el dolor, siempre está, siempre está...
Fin de transmisiones por el día de hoy
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