de ti, un poco, en la mañana al darte la vuelta y seguir durmiendo, huyes del día
huyes de las preguntas embarazosas, huyes de tener que decir que no
huyes de las decisiones, de las banales a las complejas
huyes de la gente interesante que no logras comprender, que no puedes explicar
quieres la aventura pero te acomoda lo predecible
quieres ser capaz de resolver todo, te gustan los desafíos pero detestas hasta la médula de tu ser el no ser capaz de entregar respuestas satisfactorias a las preguntas que te formulas
es una paradoja horrible
una ansiedad permanente
y la evasión, evasión en todas sus formas
evades con la cerveza de la tarde
con el pito de la mañana
con el coqueteo inadecuado
con la conquista inminente
con el plan del fin de semana
con el capítulo de la teleserie que te perdiste
con la novelita lumpen,
cortando el pasto
cuidando el acuario
evades finalmente la pregunta fundamental
puede ser que ni siquieras tengas claridad de la pregunta fundamental
y este momento de inseguridades en tu vida sea eso, mirarse de afuera, dejar de hablar del yo, dejar de hablar
cortar esa incontinencia verbal que te lleva siempre a ser tan inoportuna
el comentario inadecuado
el lugar donde no tienes que estar
qué hace una vaca lechera buscando pasto en el desierto te pregunto, me pregunto, nos pregunto.
Te disocias con facilidad debiera decirme en este momento, lo hago, me veo de afuera como si las cosas le pasaran a otra, como si estuviera recorriendo varios caminos a la vez, como si en una posta fuésemos todas la misma y distintas. No sé si sea falta de cordura, o una forma distinta de entenderse.
No entiendo por qué necesito entenderme, porqué no puedo soportar las preguntas sin responder.
De qué estoy huyendo.
Hace poco huí muy rápido de muchas cosas
Huí del compromiso del amor eterno, pero ese es como el título en general, huí de tratar de explicarle todo lo que pensaba de él, lo hice consciente porque no me sentí capaz de hacerlo sin ser despectiva, sin sentirme superior y tratarlo como inferior, sentí muchas cosas, tristeza, desilusión, rabia, con él, conmigo, me miré hacia atrás y no entendí mis reacciones, mi comportamiento, de tanto estirar el chicle se rompió sin vuelta atrás, irreparable, brutal, con un estruendo, de fondo sonaba Cristina y Los Subterráneos
mil pedazos de mi corazón
volaron por toda la habitación
huí de la infelicidad
y no fue que sucediera algo en particular que me hiciera infeliz
pero un día me vi al espejo y mis ojos no pudieron rescatar en la retina la última vez que fueron feliz
y no fue en el fin del mundo mirando los pinguinos,
porque su piel te parecía tan ajena, y la felicidad era quizás esa otra piel
no porque fuera todo, sino porque era la evasión, el escape, la carta bajo la manga
tengo miedo a perder, tengo miedo a nuevamente no poder dejar de llorar por días, semanas y meses
pero es irracional, y por ahí nos enseñaban a dialogar con esos miedos
es irracional porque finalmente la felicidad está en mi centro
y mi centro en mí, se levanta conmigo y se duerme conmigo
y nadie más que mis acciones pueden delimitar el alcance de mis logros
ahora, en este preciso momento de día martes, evado la rabia de no lograr lo que quería conseguir, y no tiene nada que ver conmigo el no haberlo obtenido. Incluso otro observador de la escena podría decir que lo conseguí casi todo, pero me cuesta no lograr lo que me preconcibo. Evado y abordo esta otra pregunta que me ronda la mente desde que la pronunció la psicóloga.
Quizás sea momento de hacer una tabla que me ayude a identificar las decisiones o acciones que he tomado por evasión o por iniciativa.
A ver, sin más orden que el de las ideas.
- ocultarle cosas a mis padres: evasión + iniciativa para obtener más permisos
- aceptar la pega en el sur: iniciativa + evasión del jefe del momento
- creo que por evasión he pololeado y he dejado ir amores
- no puedo recordar amores por los que haya luchado por iniciativa
- hoy no sé si me he enamorado
- el trabajo en el que estoy: iniciativa
- la carrera que estudie: iniciativa
- los centros de estudiantes y esas cosas: iniciativa + evasión de dirigir, a veces pienso en por qué nunca quise ser presidenta en algo, porqué me acomodaba en la eterna vicepresidencia, el número dos, el orgánico. Quizás por miedo de no ser capaz de ejercer el liderazgo sin dejar de lado lo que estoy haciendo, conocer mis limitaciones. En la universidad resultó porque no me significó relevantes retrasos, aquí hace poco me asignaron una responsabilidad y no la pude desarrollar en segundo plano con el trabajo, en palabras correctas, no fui capaz.
- alejarme del partido: evasión
- no volver a hablar con los ex: evasión
- escribirle a sofía: iniciativa
- la primera práctica (fooooome): evasión
- no puedo distinguir si mis amistades las he forjado por evasión o iniciativa, quizás una precisa combinación de ambas.
Ok, hay mucha más evasión que iniciativa, y aunque las cuentas den distinto, lo veo así y ya es realidad. Pero ahora qué? Acaso pretendo hacer un cambio radical y comenzar a tomar la iniciativa?
Podrá verse así, muy evidente incluso, pero no es trivial, no, me paralizo. ¿qué iniciativa? ¿por qué? ¿segura? ¿y si sales dañada? ¿y si no te corresponden?
wow, wow, cosas nuevas: inseguridades, miedo al rechazo.
Por eso buscas ser tan llamativa, tan particular, tan única. Hace un tiempo planteaste el miedo irracional de pasar inadvertida, de ser intrascendente. ¿será tan irracional?
A estas alturas ya dudo bastante y de todo.
Por eso te miro de afuera pequeña, porque como madeja de nudos no sé si es mejor partir por fuera o por dentro. A punta de deformación profesional trato de describirte, de catalogarte, de otorgar una explicación a esa forma tan tuya de ser.
- por qué no le dices a ese chico lo que sientes? que te desvelas pensando en él, que aparece en tus sueños y transforma tu día, que uno sólo de sus cariños ilumina tu semana, por qué no sincerarse y viajar de sorpresa a verlo, por qué sigues y sigues eligiendo la evasión?
y esa evasión tiene otros nombres, otros rostros y otros corazones, ante los que te veo transitar completamente disociada, sin sentimentalidades, sin seguridades ni inseguridades, sin preguntas, sin titubeos, empoderada de tu destino. Lo haces evadiendo los sentimientos que tienes por él, y que te brotan por los poros cada vez que sales de ese sur que es tu zona de confort, un mundo de evasiones, si es como vivir en las vacaciones.
Hubo un planteamiento que encontré lógico al menos, no decirle nada más hasta observar un movimiento de su parte, cauteloso. Y como le has repetido a tu amiga hasta el cansancio: el día que eso ocurra, vas a saber perfectamente qué sientes y por tanto qué decir.
Pero me da miedo de volver a decir cosas intrascendentes y dejarlo ir como dejé ir a L, D y J, los dejé ir sin luchar por ellos, sin darme el trabajo de entender qué era lo que sentían por mi, sin tratar de luchar por ser yo la mujer en ese puesto, sin pataletas, sin loqueadas, o donde ellas no fueron más allá de unos mails en la madrugada analizando la inmortalidad del cangrejo morado. No sé cuánto los llegué a querer o cuánto me llegaron a enamorar, pero sin duda me enamoraron, porque sólo en ese estado se puede ser tan inconsecuente de dejar ir a quién aún estas empezando a explorar y que cada día te intriga más.
Si el llegara a venir trataría de decirle tantas cosas, seguramente no le diga ninguna, es tan posible que no llegue a venir.
De todas formas y para no perder el hilo, tendría al menos que saber decir
que no lo quiero para mi, pero lo quiero conmigo
que no me quiero de él, pero quiero ser la excusa de sus sonrisas
quiero pensarlo en la inmensidad del mar y no solo en aquel que baña al desierto
quiero que me piense en los cielos estrellados y nublados pero que no tenga que decirlo
quiero quererlo pero de a poquito
quiero que me conozca, que descubra poco a poco las inmensidades de mis ideas
quiero que sepa que si le digo todo esto estoy venciendo un gran miedo
si en algún momento me las llego a jugar, necesito que sepa que es la primera vez que lo hago
que no es tarde para las primeras veces
y que a veces creo que lo que nos pasó fue amor a primera vista
quiero que no abandone todo lo que lo hace ser así: espontáneo, sincero, curioso
quiero saber alimentar su sonrisa con mi mirada y alimentarme de la sonrisa de su mirada
quiero intentarlo aunque me aterra,
quiero que nos veamos de a poco pero bien, que coincidamos un fin de semana al mes, por ahí, conociendo algún rincón de este largo país
quiero reír hasta la madrugada, disfrutando todo el insectario en la guata
Sé que me hace pésimo idealizarlo
y que podría contar los minutos que pasan entre un mes y otro en que hablamos y escribir desde los recuerdos que ya existen una historia de amor, que no es de amor, y que sólo existe en mi mente. Creo mi realidad y no la creo de una forma muy constructiva para conmigo misma últimamente.
Otras veces también pienso que pienso todo mal y que lo que me cuesta es callarme a veces un poco, que se nota en cada mensaje que me encantas y que quiero verte, te lo he hecho saber todo el año, como lo último que hablamos en illapel, - no creas que no me cuesta estar así - creo que te dije, - así lejana, como si no me pasara nada, porque me muero todo el día por abrazarte y que me abraces y quedarme así- seguramente no pude articular tantas palabras juntas, pero en la historia de mi mente te quise decir todo eso, tratando de explicarte que me encantas y que me muero de ganas de intentarlo
Pero de a poco, bien de a poco
para que un día, sin darnos cuenta de cómo fue, nos hallemos sin más deseos que el uno por el otro. Pagaría lo que fuera necesario por saber lo que pasa por tu corazón y tu cabeza, por conocer tus inseguridades, por entender por qué te anclas a una relación que no te hace feliz desde el alma, por qué tu también me evades, o será que esto es tan intenso y tan mutuo que los dos le tememos, también puede ser.
En el universo de las posibilidades sé que todo puede ser, puede ser que no creas que me muero por ti, que pienses que eres para mi sólo una quimera, que te de mucho miedo exponerte a mi cariño o amor que no tienes idea de cuanto puede durar, y dejar por eso el cariño incondicional de tu pareja de siempre. La eterna paradoja en las teleseries: ¿el deber ser o el querer ser?
como el soundtrack ultimamente siempre me ayuda a terminar las frases y es hora de que me deje de enfrentar esta parte y empiece a evadirte enfrentando otras, suena más o menos así
te quiero porque no se por qué me haces bien
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