y a veces el brillo en el agua
todas las aguas
la playa del mar lejano
los colores del lago quieto
el reflejo en las calles después de la lluvia
el océano de su mirada
los brillos
y las aguas
bailando en un fugaz amanecer otoñal
plasmado de colores intensos, colores que aún no tienen nombre para ser descritos
amaneceres arrebolados y tú tan lejos
ausente, silencioso, ignorando todo lo que sucede a tu alrededor
deberían tus labios pronunciar mi nombre con seguridad
y seríamos precisos, sutiles, efímeros y eternos
seríamos contradicción, polos opuestos, noche sin luna
busco no pensar en ti y te estoy pensando
no quiero extrañarte y te estoy extrañando
me falta tu risa explosiva, tu mirada nerviosa
tu abismante edad que me cautiva, y de pronto te miro y pienso tantas cosas
a veces te veo muy mayor, cansado, en otra dimensión
cuando te ríes te veo jovial, cuando me miras voy cayendo
y aunque no quiera caer ahí, y trate de buscar otras distracciones
sigo cayendo, cayendo y cayendo
eres universo
vine a hablar de los brillitos del agua
y de pronto se me apareció el brillo de tu mirada
y aquí quedo, estremeciéndome, con la piel vibrante
insomne de ilusión, pensando en todas las posibilidades
dándole chance a futuros imposibles, en la mente
en la mente todo es posible
incluso hacer como si nada
y no perderme en tu mirada, ni siquiera alcanzarla con la punta de mi nariz
no caer en tus palabras, no oirte
no estremecerme con tu olor, no sentirte cerca
yo no sé si algún día lograré darte este abrazo que traigo guardado
porque podría morir abrazándote
acurrucada a tu pecho
permitiéndome sentirme frágil y pequeña
estas cosas que siento, son difíciles de reemplazar
eres tan único... y yo cada vez que te quiero te voy odiando
me carga quererte, preferiría sentir frialdad en lugar de este cariño
pero así somos
sería majadero intentar explicarlo
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