Hacía frío esa noche, era indiscutiblemente tarde, casi las 23 hrs
las estrellas coronaban como lucecitas de navidad el cielo y marte bien rojo, indiscutiblemente marte
la noche, la noche, las ansias y la espera
ella, caminó en la evasión fumando un tabaquito,
desabotonó las rosas floridas de su calle
se pinchó varias veces las manos y se mojó los zapatos
con lo helada de la noche, se iba a arrepentir toda la noche de los zapatos mojados
pero la perspectiva de ver luego esos rosales floridos nuevamente valía más que el frío
de repente sonó su teléfono y aun estaba muy lejos de donde debía estar
mintó sobre su posición y corrió cerro abajo
corrió con pasos firmes que resonaban en las paredes de la calle vacía
corrió y llegó enrojecida y acalorada a conocerlo
así son los tiempos ahora, de gente que se conoce por internet
que decide juntarse sin saber mucho el uno del otro
sin tener idea de lo que están haciendo precisamente
habían hablado sobre el punto de encuentro
"prefiero en mi pueblo, me siento más segura" había dicho ella
y así fue
segura en el frío estremecedor del otoño que comienza
con sus rosas, sus calles inconexas, sus rincones secretos y su gente tranquila
él no era como se lo imaginaba, lo que era, sino obvio, esperable
y ella nerviosa, nerviosa, de esos nervios que le hacen sudar las manos,
tener calor y frío y calor y frío
caminaron, se sentaron, olía mal, siguieron caminando, corría viento, siguieron caminando y se sentaron en unas banquitas de un muellecito junto al lago
fumaron, conversaron, se rieron,
a veces lo escuchaba con una extraña concentración de tratar de entender todo lo que él decía e ir buscando algo relacionado e inteligente que decir
extraña concentración porque luego decía cosas completamente inconexas
cómo ponerse a hablar del eneagrama
pero eso fue después
después de caminar, encontrar el café cerrado y caminar hacia otro lado y tomar una cerveza y comer papas fritas y mirarse en distracción
le distrajo su mirada distraída, absorta de estar en un lugar nuevo, observando, calculando, pensando en quizás qué dimensiones
no era cómo se lo esperaba pero tiene una sonrisa hermosa
y es bueno sonriendo
él habló de nadar, ella habló de su bici
se contaron un poco las vidas, así bien rapidito
ella dio más explicaciones de las necesarias, él se guardó sus apreciaciones
no debe ser fácil mostrarse ante un develado comunista
un comunista no debiera develarse tan rápido, pero es un culo no hacerlo
y esa sonrisa hipnotizándola
cerró el local y había que irse
sin duda la noche había llegado muy tarde, dos personas que andan siempre tarde se encontraron tarde, tarde para una ciudad en otoño
se fueron al auto, y ahí ella le habló del eneagrama
sacó el test y le dijo que era tipo 8: El desafiador
también era Capricornio
y ella que es tipo 7: Entusiasta y Acuario, piensa que es mucho para ella
y retrocede
y ambos retroceden más de lo que se acercan
y una sola cerveza no sirve para llegar a la confianza
o para envalentonar la calentura
una cerveza apenas, los dejó mirarse a ratos a los ojos
pero nadie avanzó
se hizo bien tarde, como las 3 quizás
y ella empezó a bostezar, ese día había pedaleado y estaba cansada
él la llevó hasta su casa, ella le confió el lugar de su casa
y cuando llegaron ella se puso muy nerviosa
se despidió rápido y bajó del auto
con frío y sueño entró y se fue a su pieza
a pensar que no había entendido nada de lo que pasó
ni lo que ella estaba haciendo ahí
niuna idea de lo que a él le pasaba por la cabeza
no hubo química, un caso clarísimo de ausencia de química
difícil continuidad de la historia
quizás se hagan amigos
eso piensa el poeta que los mira enternecidos
no cree que ella se olvide de sus amores tan rápido
no le cree nada de lo que anda haciendo
paradojal... insensata, impredecible
hermosa
fugaz
otoñal
risueña
flor de invierno.
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