¿perjudicarme más? me pregunto yo, porque el perjuicio ya existe, en cada insomnio, en cada inseguridad, en cada flashback desagradable, en un ambiente laboral tóxico.
Pero su abogado - es un perro - me han dicho
Y no me importa, no me asusta, pero tomo mis precauciones
Porque después de aprender a hablar, aprendía a leer, a escribir y a decir entre líneas
Así puedo usar las palabras a mi favor para soltar y sanarme
Y exponer sin una funa al acosador que me atormenta y al sistemita machista patriarcal que lo protege.
¿Por qué?, por la necesidad de cerrar un capítulo adverso, dar vuelta la página, ¿es acaso mucho pedir? Soltar la parte mala para recoger el aprendizaje y avanzar lejos de esta historia.
He aprendido varias cosas en este proceso:
Aprendí a dejarme ayudar por mis amigas, tremendas mujeres, que quieren lo mejor para mí, sentí eso llamado sororidad.
Aprendí que es muy fácil normalizar situaciones de violencia de género en los espacios de trabajo.
Aprendí que mis colegas no son necesariamente mis amigos.
Aprendí que el patriarcado se defiende como tal. En bloque.
Aprendí que los grupos de hombres se encubren como reacción innata, en una tóxica forma de lealtad de género masculina.
Aprendí que es necesario hablar de las cosas difíciles y dolorosas. Hablar hasta que dejen de ser tan difíciles y tan dolorosas.
Aprendí a no sentir vergüenza de llorar.
Aprendí claramente que la culpa no era mía (funcionaria pública, 28 años), ni dónde estaba (en la oficina), ni cómo vestía (jeans y polera).
Aprendí que la institucionalidad también está recién aprendiendo a enfrentar el acoso sexual.
Aprendí que no soy la única, y mejor aún, que somos muchas, las que no lo vamos a dejar pasar nunca más.
Aprendí a descansar de culpas y confiar en mí.
Aprendí que nadie va a dar mis peleas por mí.
Aprendí que a muchos les aterra salir de su zona de confort y se siente amenazados por los conflictos.
Aprendí que hay personas a las que les molesta oír y decir las cosas por su nombre, y dicen "eso" cuando quieren decir "sumario" o dicen "lo que pasó" cuando quieren decir "acoso sexual"
Aprendí que no necesito atacar para defenderme, pero que no voy a dudar en atacar si necesito defenderme.
Aprendí que ni el deporte, ni la jardinería, ni la música, ni el arte, ni las mejores amistades, ni el amor reemplazan la terapia, la terapia es necesaria para sanar las experiencias traumáticas.
Aprendí, o en verdad estoy aprendiendo a controlar la impulsividad.
Aprendí que las únicas expectativas con las que tengo que cargar son las mías propias.
Aprendí lo fuerte que me hace sentir el amor de mi pareja que ahora es mi marido.
Pero el vaso no ha estado todo el rato medio lleno en mi cabeza, también han habido días oscuros, de vasos vacíos, quebrados, imposibles de llenar, días de absoluta tristeza.
Días en los que me he sumido en la desesperanza de que este modelo patriarcal no va a cambiar.
Días en los que he tenido que oír a mis colegas decir sobre mi acosador "pobrecito, que pena lo que le pasó", eximiéndolo de la responsabilidad del acoso.
Días en los que la eterna espera de la respuesta del sumario me desespera.
Noches terribles con insomnios eternos donde la mente recorre los universos de lo que no dije, de lo que debería decir, de sentir culpa de que las cosas llegaran a este punto.
Días en que siento pánico o fobia de ir a trabajar. Y pensar que yo amaba mi trabajo.
Días y más días en los que sólo quiero llorar y cobijarme mirando el fuego.
Días en los que siento que no puedo más, no soporto seguir callada como si todo estuviera bien
Días en los que desconfío de [casi] todos los que me rodean
Días en los que siento la mirada enjuiciadora de mi entorno laboral, diciendo "mira en lo que nos metiste por tu denuncia"
Días en los que me hacen sentir que denunciar una conducta inadecuada es un capricho.
Horrible el día en que me contaron que para referirse al sumario, un jefe expresó que habían "diferencias de opinión" en la oficina. No entiendo cómo la definición de mi cuerpa como espacio privado puede resistir opiniones al respecto.
Días, semanas, meses, en los que me siento excluida, por acción u omisión, en el espacio laboral [predominantemente masculino]
Días en que siento que me tienen miedo, porque no tengo problemas para decir que hay cosas que están mal, que no corresponden, que no son correctas.
Días y más días en los que no puedo concentrarme en el trabajo, porque circulan rumores que después no concluyen en nada.
Mal día también cuando supe que otro jefe "no cree en la denuncia porque su mujer es amiga del acosador". Y me pregunto entonces ¿para qué están los procesos si después van a aplicar la parcialidad de la amistad?
Y así va pasando el tiempo, el acoso fue entre 2015 y 2017, la denuncia en noviembre 2018, el sumario empezó en enero 2019, el sujeto está suspendido de la institución, ganando su sueldo todos los meses, desde marzo 2019, ya se viene el 2020 y parece que va a empezar sin novedades, entonces yo escribo porque todo esto cansa, aburre y hostiga, pareciera que me quieren ganar esta pelea por cansancio, pero no saben que mi especialidad son las carreras de fondo, así que no me voy a cansar hasta llegar a la meta con los brazos en alto.
Escribo esto sin nombrar a nadie, porque no es una funa, es un desahogo de mis emociones, de lo que he estado viviendo silenciosamente estos años y de lo que ya me colmó la paciencia de guardarlo en silencio... ya verá quién sienta que el poncho le queda, que se lo ponga
Yo seguiré cantando liberadoramente la música de Ana Tijoux, mientras pedaleo
liberarse de todo el pudor
tomar de las riendas no rendirse al opresor
caminar erguido sin temor
respirar y sacar la voz.
Para que nunca más un hombre sienta la libertad de intrometerse en el espacio privado que es mi cuerpa.
Para que nunca más un hombre sienta la libertad de hacer comentarios libidinosos en el espacio de trabajo.
Para que nunca más un hombre sienta el derecho de opinar sobre mi cuerpa y mi aspecto.
Para que nunca más un hombre crea que sus conocimientos o el renombre le otorgan impunidad de sus actos.
Para que nunca más un hombre piense que es entretenido escuchar sus historias sexuales.
Para que nunca más un hombre se haga el gracioso con "chistes" de doble sentido en el espacio laboral.
Para que se ubiquen por la chucha! para que se ubiquen de una vez por todas!.
Cambio y fuera por hoy
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