domingo, junio 14, 2009

la simpleza

Han sido días agitados, uno tras otro, no hay tiempo para detenerse, ni siquiera para un respiro, se viene el final de una carrera larga, algo así como los últimos 100 metros en los que uno no piensa nada, no puede pensar nada, sólo hay que correr y llegar a la meta... así se me pasan estos días, me despierto y me duermo haciendo cosas, montones de cosas, responsabilidades, académicas, políticas y sociales... es cierto que aun no logro aprovechar el día todo lo bien que podría hacerlo, pero más cierto es que ya no soy capaz, estoy agotada y sobrepasada. Te extraño aunque jamás lo voy a reconocer, y te extraño sobretodo porque contigo todo es simple, por eso me gustas, entre muchas otras cosas, me gustan las cosas simples, las cosas que son en si mismas y no son dos, tres, cuatro o cinco interpretaciones en si mismas. Me gustas porque no necesito interpretarte ni necesitas interpretarme, somos, simplemente, lo que somos y si te digo algo te estoy queriendo decir precisamente eso y viceversa. Y es que el amor es algo sumamente simple, cotidiano, eso he aprendido en estos días contigo, y ya aprendí a no extrañarte en el cotidiano, a no sentirte como una ausencia y a disfrutarte cuando estas conmigo, hacer que existas para mi sólo cuando estas conmigo, o a algunas horas en que nos pillamos conectados, o cuando me llamas o te llamo, existes en esos breves instantes, es hermoso. Pero lo que no logro dejar de hacer, es extrañarte en estos momentos en que no doy más, en que quiero tirar la esponja y olvidarme de todo. Cuando me veo tentada en no cumplir con todos esos compromisos, los académicos, políticos y sociales, en ese momento de debilidad, te llamo, te digo que te extraño, que necesito verte y que estoy en el estres, nos ponemos de acuerdo para algún día, y ya me siento más liviana como para seguir adelante con esta odisea llamada fin de semestre....

No hay comentarios.:

Publicar un comentario