sábado, junio 19, 2010

Estado actual de las cosas

Mi única defensa será al inicio y decir que yo no quería tener que hacerme todas estas preguntas, pero las causas me fueron cercando, cotidianas e invencibles una vez más.

Serán ya dos años desde que llegaron a mi las preguntas, las odiosas preguntas a las que en ese momento les dije que se quedaran calladitas, que no molestaran, que se fueran de viaje, y así lo hicieron. Consecuencia de esto fue el no tener nada claro nunca, consecuencia de esto fue convencer al Dani de que yo no quería lo que quería, lograr que él entendiera que yo no quería estar con él cuando era todo lo que quería, todo por esquivar las preguntas, por no saber que quiero.
Y claro, no es que eso se defina de un día a otro, de hecho, yo creo que jamás se logra definir algo para siempre, así que no nos metamos en ese rollo que no me lo compro. Entonces estoy igual que hace dos años, con las preguntas llegando, con las dudas naciendo ¿qué quiero? ¿qué espero? ¿qué no quiero?.

A L T O

Si algo hemos avanzado en dos años, me parece que es precisamente en eso, en lo que no quiero. No quiero atados loco... eso de frente, eso de entrada, yo no quiero inseguridades ni cosas que son sin ser al mismo tiempo, no quiero enredos, no quiero, por favor no más ser o tener amantes, no más mentiras, mira que me cansaron, no quiero tener que dudar de nadie, no quiero no saber si mañana vas a estar conmigo o no.

De lo poco que he aprendido, aprendí a contar única y exclusivamente conmigo, a pesar de estar siempre con gente, tengo un par de amigos con los que sé que cuento, pero no más, mira que los porrazos duelen y ya he quedado llena de moretones.
De lo poco que he aprendido me puse exigente, ya no quiero niñerías, ya no quiero tener que discutir cosas que son obvias, ya no voy a ceder en lo literario, en lo poético, en lo político, en lo musical, en la cerverza, el vino y la marihuana.... y en ese sentido es que si algo quiero tener con alguien, es porque quiero contar con alguien, contar de verdad, no hasta dos ni hasta tres, simplemente contar hasta el infinito y más allá. Cerrar los ojos y confiar.

No quiero promesas, no creo en las promesas, no me sirven las promesas, no me importa si en dos o diez años seguiremos juntos, pero no quiero pensar que mañana o pasado mañana o en una o dos semanas no voy a poder contar contigo, porque los días andan difíciles, los días nos dejan exhaustos, los días conspiran constantemente contra nosotros y hoy cuento con vos para conspirar contra ellos, no digo que no pueda hacerlo sola, lo he hecho mil veces sola y en algún momento lo volveré a hacer sola, pero no de un día para otro.

Quiero estar tranquila, sola o con alguien a mi lado, pero tranquila, hoy por hoy preciso la paz, preciso la calma, antes aún que la euforia que trae el amor, antes aún que aprenderme tus recovecos, antes aún que dormirme en tus brazos mientras me lees, antes aún que todas las cosas bonitas, preciso una calma que hoy no tengo por el mismo motivo por el que me vi obligada a hacerme todas estas preguntas y meter los dedos profundo en las llagas.


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