y todo se transforma, paso a paso
quisiera que cada mirada fuera una fotografía para lograr contrastarlo
vengo mujer a conocer profundo
el color pálido de un amanecer nuboso
en el que el sol intenta con toda su energía de romper la barrera nube
y lamernos la cara con su calor, nos devora el sol
cuando rompe las nubes y llega aquí, hoy, lunes a llenar de brillo las calles llovidas
y las rosas bien podadas siguen floreciendo
desafiando toda la estación otoñal instalada ya en este sur
las bandurrias suelen volar de a tres
pero hoy pasaron sólo dos
luego en puerto montt, quizás comiendo gusanos habían cuatro
andan quizás a su pinta, las bandurrias, lo importante es que anden
y que no dejen de graznar sobre nuestros techos
decorando el espacio sonoro que contemplo desde mi balcón
los techos de la iglesia y su falso sonar de campanas
contrasta con la naturalidad del paisaje
las nubes que se funden con los volcanes
se tiñen de naranja al amanecer y de un rosa pálido en la tarde
el celeste del cielo se calma ante los colores del ocaso
tranquilo el viento hace motitas con las nubes
hace olas, hace naves espaciales
y el momento se hace así especial, único, hermoso, efímero
el aroma a la murta de mi vecina inunda todo el barrio
la rosa blanca ayer se abrió en esplendor
el pasto cortado, su aroma
el invernadero a punto de suceder
la oscuridad como último silencio de las plantas
el azul del mar, el azul profundo del mar
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