Ahora entiendo mejor, aunque creo que me falta mucho por aprender aún, que cuando nació la Olivia yo volví a nacer, ahora en una mujer mamá.
Ha sido un lindo camino de conocernos, de aprendernos, mentalizarnos, olernos, acariciarnos, comunicarnos con la mirada, con todo nuestro lenguaje verbal y no verbal.
Pero también ha sido a la vez un viaje interno, de conectarme mucho más profundo con mis emociones, miedos, frustraciones, cansancio, gratitud, tranquilidad y amor.
Cambiaron las prioridades, los panoramas y la forma de relacionarnos con los otres. Cambiaron las dinámicas, la forma de divertirnos y las preocupaciones.
En el proceso aprendemos a cuestionar el adultocentrismo (el nuestro y el social), aprendemos a valorar y ponderar cosas que antes ni pensábamos.
Y hablo en plural porque también con la Olivia nació un papá y el César ha sido un compañero con todas sus letras paternando. No hace nada extraordinario, tan solo ejerce su paternidad desde el amor y el respeto de forma consciente y responsable.
No me sorprende tampoco porque hace un montón de años qy descubrimos que somos un gran equipo, que juntos somos mejor que cada uno por su cuenta y que nos apañamos con muchísimo amor, y por eso decidimos casarnos y ser mapadres.
Me llena de felicidad ver crecer a la Oli llena de curiosidad y confianza. Amo verla desenvuelta y resuelta cuando de explorar se trata. Siento que vamos por buen camino cuando un susto o un porrazo se sanan con el abrazo de mamá o papá.
Admito también que tenía ideas de la maternidad más terribles, o que me hice expectativas muy bajas en cuanto al sueño y enfermedades que afortunadamente no han sido tan así. La Oli aún toma teta, aún duerme con nosotros durante la noche y la verdad nos gusta así y dormimos bien los 3, no tenemos ningún apuro por destetar ya que es nuestro mejor medicamento para los resfríos frecuentes de la salacuna y para dormir regalonas. Agradezco tener un entorno respetuoso con estas decisiones e información de sobra para saber que así está bien.
Hemos practicado sueño y lactancia a demanda y respetuoso, sin horarios fijos pero con ciertas rutinas y nos ha ido super con ello, somos flexibles cuando hay cambios, viajes o alguna circunstancia especial y también nos va bien con eso, hemos aprendido a leernos con la Oli y ella ha aprendido a hacer entender cuando tiene sueño y quiere que la hagamos dormir, es lindo eso de ir aprendiendo a leer a la cachorra.
Es lindo observarla crecer cada día.
Sin tregua.
Crecer y aprender.
En el amor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario