Taller #4

No, no es que no le quiera decir, pero creo que no va a entender, mire, la verdad es que hace tiempo ya nadie me entiende bien, por eso me quedo sin contar las cosas y después todo se va enredando tanto. ¿De verdad no lo molesto? es que ya es tarde, me imagino que tiene ganas de dormir. Si, si, es muy bueno usted, después de todo no tiene porqué hacerlo, no me conoce ni nada, mi abuela siempre decía que en la vida los favores se devuelven, quizás algún día se lo pueda devolver. Es que me hace tan bien hablarlo, sí, aunque todavía me cuesta ¿ve como me tiemblan las rodillas?
¿En mi casa? no, no lo saben, yo creo que desde Buenos Aires llamo. Sí, lo tenía decidido hace tiempo, pero nunca lo comenté, saben un par de amigas, pero ni siquiera les dije que me iría hoy. En realidad lo decidí en la tarde, las decisiones tienen que ser así, repentinas, las planificaciones no sirven de mucho, al menos para mí. Fíjese que yo tenía mi vida planeada, iba a terminar la carrera, me casaría con Abel, viviríamos en una casa grande y con niños. Y aquí estoy ahora. Abel no tiene idea de donde ando, ya no le interesa nada, vive pensando en él no parece haberse dado cuenta que a mi la vida se me iba. Con respeto, si sé que aún soy joven y tengo toda la vida por delante, no se cansan de repetírmelo. Pero yo no lo creo así, es que en realidad la vida es ahora. Ahora y no mañana, no pasado. ¿Quién sabe si este bus llega a Buenos Aires o no? Pero yo necesitaba tomarlo porque me urge esto de las emociones.
¿Boleto de vuelta?, no, no compré sólo de ida, si quiero quedarme allá al menos un año. No, en realidad no tengo amigos ni familia, uno que otro conocido, pero hace rato que aprendí a valerme sola y tengo un sentimiento, no sé como decírselo, es una certeza de que todo va a salir bien, es tan lindo ¿sabe? Me siento capaz de hacer lo que sea, ando como con una buena estrella.
En realidad no sé muy bien por qué Buenos Aires, o quizás sí, todo partió con un libro de Cortazar, aunque eso no es todo, porque ya sabe, si fuera pragmática con eso de Cortazar me iría a París, algo he aprendido de francés. Pero no creo que sea necesario irse tan lejos. Pasa que Santiago me quedó chico, siempre los mismos barrios, los mismos cafés, las mismas caras y las mismas conversaciones plagadas de citas repetidas y manoseadas. Irme a otra ciudad de Chile habría sido enfrascarme en lo mismo y además es muy cerca y terminaría volviendo sólo por aburrimiento. Valparaíso pudo haber sido, pero a veces voy por el fin de semana y tengo recuerdos que no necesito para lo que busco. Entonces la decisión se transformó en salir del país y creo que lo que me está más al alcance es Buenos Aires, por último con la guitarra me las arreglo mientras encuentro algo, y si no logro fusionarme con la ciudad, no sé, me voy a Guadalajara o a Montevideo.
No, no se preocupe, si no es de miedo que tiemblo, debe ser que aún no creo que esté aquí, pero estoy segura de que es aquí donde tengo que estar, en todo caso, siempre estoy segura de las cosas más banales, pero ¿quién sabe qué es lo banal? Hoy me levanté pensando que las leyes de la física son realmente banales, si alguien en la facultad me escucha quizás me mate, pero hoy lo trascendental era la señora que pedía plata a la salida del metro y que tenía tanto frío y la gente la miraba con desprecio. Eso era lo trascendental, pero nadie entiende que para mi las cosas sean así, por eso le decía que a mi nadie me entiende mucho, y quizás usted tampoco, pero es tan bueno, me escucha y todo aunque ahora si que no me niegue que tiene sueño ¿quiere bebida?
Abel, si Abel dije que se llamaba, es mi novio, en realidad era, porque comprenderá que si me voy así sin siquiera avisar es porque las cosas no están del todo bien. Estudia en mi misma facultad, pero nos vemos poco. Es extraño lo que me pasa en esa facultad, a ratos como que me pierdo a mi misma. Él nunca se ha dado cuenta de eso. Quizás yo debí decírselo, bah! Ya no sé ni entiendo bien como son las cosas, tan solo que por fin me voy de esa ciudad, sin entender muchos porqués, pero con la certeza de que es lo que quiero.