miércoles, diciembre 16, 2009

algunas respuestas

pasaron los días y no te acordaste de mi, yo tampoco me acordé de ti...

que cierto, que real todo esto...
una lástima que tenga que ser así
algo le alegaba Clara a Andrés sobre eso, aquí lo encontré

-No, no está tan bien así –dijo Clara-. No está bien. Solamente está, como siempre.
-No lo lamentes –dijo Andrés.
-No es eso, no es precisamente eso. Lo que me duele es estar segura de haber hecho lo justo, y en ese mismo sentimiento, de golpe,
el asco de la justicia, saber que nada es justo cuando hay más de dos…
-No lo lamentes –repitió Andrés-. Sobre todo no lo lamentes.
-Dejáme por lo menos que lo haga por mí –dijo Clara.
-No te lo puedo impedir –dijo él-. Que sientas eso es más de lo que pude desear cuando-
-Ahora por lo menos sabés que lo siento así –dijo Clara-. Nunca dije más la verdad que ahora.
Estaban junto a la puerta, envueltos por el gritería y la visión de ropas y movimientos.
-Te agradezco –dijo Andrés-. Pero no te rindas a la bondad. Mirá, tener lástima cuando no se ha hecho mal, esa flojera horrible __________ como condenarse, sabés perder el derecho de elegir cada mañana tu traje y tu silbido y tu libro para leer,
no, nunca eso. Los ojos están delante de la cara, mi querida, y no es culpa tuya si soy un poco tu sombra, tu eco,
si el barco no puede andar sin hender fijáte qué bonito

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